DR. WADALBERTO RODRIGUEZ LAPREA
Miembro Titular de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría
El Autor de la página, Doctor Wadalberto Rodríguez Laprea, es egresado como Médico, de la Universidad de Los Andes, graduado como Psiquiatra en la Universidad Central de Venezuela, Escuela “Vargas” de Medicina. Miembro Titular de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, del Colegio Venezolano de Neuropsicofarmacología y del Grupo Interdisciplinario Venezolano de Medicina Conductual. Desde hace años comparte su interés por la Salud Mental en el área Pública y Privada con los desarrollos en computación. A lo largo de su ejercicio se ha desempeñado como Médico Asesor en los Programas no Convencionales de la Dirección de Preescolar del Ministerio de Educación, Terapeuta de Menores en Situación de Trasgresión del Instituto Nacional del Menor y Adjunto a la Coordinación Regional de Salud Mental del Servicio Unificado de Salud de la Gobernación del Distrito Federal. Ha trabajado como Psiquiatra en el Instituto de Inmunología de la Escuela “Razzetti” de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, y es Médico Adjunto en el Servicio de Psiquiatría del Hospital General de Guatire-Guarenas. Especialización en Electroencefalografía y Mapeo Cerebral del Servicio de Neurología del "Hospital Vargas de Caracas"
Estudio realizado: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, ESTUDIO COMPARATIVO DE UNA POBLACION DE MEDICOS CON UNA POBLACION DE MEDICOS-PSIQUIATRAS
Dr. Wadalberto Rodríguez L.*
Dr. Miguel Ángel Rodríguez H.**
Lic. Simón Cabrera C.***
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El objetivo de este estudio es, aplicando la encuesta estructurada y autoadministrada del Dr. Eloy Silvio Pomenta, modificada por nosotros, contrastar dos poblaciones: Médicos Psiquiatras y Médicos No Psiquiatras, y determinar si hay diferencias significativas en la presencia de Trastornos de la Personalidad. METODOS: La entrevista fue aplicada a una población de 48 Médicos, 24 Psiquiatras y 24 no Psiquiatras. En ambos grupos había 12 hombres y 12 mujeres, con edades comprendidas entre 22 y 57 años. La muestra se tomó en el área metropolitana de Caracas, en el período comprendido entre Julio de 1998 y Julio de 1999. La entrevista contemplaba la evaluación del Funcionamiento Global durante el ultimo año, y los criterios diagnósticos para cada uno de los Trastornos de la Personalidad según el DSM-IV, más 3 categorías experimentales. RESULTADOS: Para el análisis de la población, se tomó en cuenta solo a los individuos que presentaron criterios completos para alguno de los trastornos. Se analizó la muestra aplicando la t de Student pareada, obteniéndose una p < 0,005. CONCLUSIONES: El análisis de la muestra nos permite afirmar la existencia de una diferencia estadísticamente significativa entre Médicos Psiquiatras y Médicos no Psiquiatras.
En el año 1985, el Doctor Eloy Silvio Pomenta, basándose en los criterios diagnósticos para los Trastornos de la Personalidad del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana en su Tercera Edición (DSM III) (1) elaboró una Prueba Autoadministrada para el Diagnóstico de los Trastornos de la Personalidad.
Este cuestionario, es poco conocido, y escasamente aplicado, incluso dentro del ámbito del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vargas de Caracas del cual, el Dr. Silvio era Jefe para aquel entonces.
La conocida experiencia del Dr. Silvio en el campo de los Trastornos de la Personalidad, (2, 3) nos motivó a rescatar dicho Instrumento, actualizándolo con los criterios Diagnósticos del DSM IV (4), con el objeto de que este nos sirviera como una herramienta para el uso en el Diagnóstico Clínico de este difícil aspecto de la Psiquiatría, y nos permitiera una aproximación realista, adecuada y objetiva a la afirmación popular (expresada incluso por algunos Médicos) que sostiene la existencia en mayor medida en los Psiquiatras, que en otras personas, de problemas mentales. Como reflejo de esto, abordamos el campo de los Trastornos de la Personalidad, por considerar que en ausencia de Trastornos del Eje I, éstos son los que en mayor medida originan conflictos individuales, interpersonales y sociales.
Otros Investigadores han desarrollado pruebas con la intención de facilitar una evaluación objetiva de estos trastornos (5, 6, 7). En Venezuela han sido realizadas investigaciones clínicas sobre los Trastornos de la Personalidad, aplicando Instrumentos psicométricos como la Entrevista Clínica Estructurada de Spitzer y cols. para el DSM III-R (SCID-II) en estudios de Comunidades(8. 9, 10,). A diferencia de estos estudios, el nuestro pretende aproximarse con el uso de un nuevo Instrumento, a la verificación del aserto anteriormente expresado acerca de la psicopatología de los Psiquiatras.
Si bien las primeras descripciones de la personalidad y sus tipos vienen de la época griega cuando Hipócrates describe sus cuatro temperamentos: el pesimista melancólico, el optimista sanguíneo, el irritable colérico, y el apático flemático, basado en los cuatro fluidos corporales, no es sino hasta el siglo XIX cuando Philip Pinel en 1801, postula que los trastornos de la personalidad, aparte de las psicosis, deben ser motivo de especial interés. En su descripción en la manie sans délire Pinel reconocía que una persona puede comportarse irracionalmente incluso cuando tiene intactas las facultades intelectuales.
La comprensión de la personalidad anormal creció también gracias a la obra de James Pritchard quien en 1837 en su Treatise on Insanity definió lo que él llamo “insania moral” que describía como:
... “Una locura consistente en una perversión mórbida de los sentimientos, afectos, inclinaciones, temperamento, hábitos, disposición moral e impulsos naturales normales, sin un trastorno o defectos llamativos del intelecto o de las facultades de conocimiento y raciocinio, y especialmente sin ninguna ilusión o alucinación insana”
A finales del siglo XIX los psiquiatras acuñaron el término de “inferioridad psicopática” para describir a un grupo de criminales y a otras personas que cometían actos antisociales.
En 1907 Kraepelin describió cuatro tipos de personalidades psicopáticas: el criminal nato, el inestable, el mentiroso y tramposo mórbido, y el pseudoquejumbroso. Posteriormente se hicieron esfuerzos para separar al tipo criminal de la categoría general con el uso de términos como antisocial y sociopático.
El estudio psicoanalítico del carácter empezó en 1908 con el trabajo de Freud titulado Character and Anal Erotism. En 1930, Franz Alexander cristalizó este interés Psicoanalítico, describiendo el carácter neurótico y distinguiendo entre los individuos con neurosis sintomáticas cuyos conflictos se expresan con malestar propio (autoplásticos) y los que expresan sus conflictos mediante acciones que afectan a los demás (aloplásticos).
Otto Reich fue el primero en popularizar la aplicación de métodos psicoanalíticos al tratamiento de trastornos manifiestos de la personalidad. (11)
Con la aparición de la clasificación multiaxial de las enfermedades psiquiátricas en el DSM-III en 1980, los trastornos de la personalidad fueron incluidos en un Eje aparte (Eje II) al de los síndromes clínicos psiquiátricos (Eje I), para enfatizar su diferenciación de estos, permitiéndose además la coexistencia de ambos. La categoría está ahora firmemente establecida en los sistemas internacionales de clasificación, como el DSM-IV y la ICD-10(12) . Recientes estudios han enfatizado la importancia de éstos trastornos y sugieren que los mismos son tan relevantes como los trastornos del Eje I en lo referente a la morbilidad y mortalidad (13,14). Johnson y Col. de la Universidad de Columbia ha reportado en un trabajo reciente que adolescentes con importantes rasgos de personalidad del cluster B presentaron incremento del riesgo suicida en la adultez temprana (15). Con respecto a la comorbilidad los trastornos de la personalidad se han asociado al uso de alcohol, substancias de abuso y la presencia concomitante de trastornos del eje I (16, 17).
El DSM IV y la ICD –10 son modelos de clasificación basados en categorías, p. ej. : Un trastorno es considerado presente si alcanza el umbral del criterio establecido, y ausente si no lo alcanza. A favor del modelo categórico de clasificación está la facilidad de utilización y la familiaridad en el uso clínico, en contra de este modelo figura la imposición de límites inflexibles entre los diversos trastornos de la personalidad y entre estos y la normalidad. (18)
Partiendo del principio de que la relación médico - paciente es bidireccional, la existencia o no de patología en el tratante matizará esta relación facilitando o entorpeciendo el proceso terapéutico, esto es más importante en la Psiquiatría, donde los aspectos de la personalidad en ambos sujetos inciden notablemente en el establecimiento del vínculo.
Con el fin de permitir una adecuada comprensión de estos aspectos, haremos una breve revisión del concepto de Trastorno de la Personalidad, comenzando por definir los rasgos de personalidad.
Los rasgos de personalidad, son pautas duraderas en la forma de percibir, relacionarse y pensar acerca del entorno y de sí mismo, que se hacen patentes en un amplio rango de contextos sociales y personales. Solo cuando los rasgos de personalidad son inflexibles y mal adaptativos, y causan deterioro funcional significativo o malestar subjetivo, constituyen un Trastorno de la Personalidad. (19)
La manifestación esencial de un Trastorno de la Personalidad es un patrón duradero de conductas y experiencias internas que se desvía marcadamente de lo que culturalmente se espera del individuo, y que se manifiesta en por lo menos dos de las siguientes áreas: cognición, afectividad, funcionamiento interpersonal, o control de los impulsos. Este patrón es inflexible y desadaptativo en un amplio rango de situaciones personales y sociales, y conduce a una perturbación clínicamente significativa o a deterioro social, ocupacional, o de otras áreas del funcionamiento. El patrón es estable y de larga duración, y su comienzo puede ser rastreado por lo menos desde la adolescencia o la adultez temprana. No puede ser interpretado como una manifestación o consecuencia de otro trastorno mental y no se debe, al efecto fisiológico directo de una sustancia (p.ej.: drogas de abuso, medicación, o exposición a toxinas) o a condición médica general (p.ej.: trauma craneal). Existen criterios específicos de diagnostico para cada Trastorno de la Personalidad. (20)
El DSM IV divide los trastornos de la personalidad en tres grandes grupos:
GRUPO A: Trastornos que se manifiestan por conductas peculiares o excéntricas, como los trastornos de la personalidad paranoide, esquizoide y esquizotípico.
GRUPO B: Trastornos que se manifiestan por síntomas dramáticos emocionales, como los trastornos de la personalidad histriónica, narcisista, antisocial, y borderline.
GRUPO C: Trastornos que se manifiestan por angustia o miedo, como los trastornos de la personalidad evitativo, dependiente, obsesivo-compulsivo, y pasivo-agresivo. (21) (ver cuadro).
Cuadro I
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD | |
GRUPO A | |
Paranoide | Desconfianza, suspicacia acerca de los motivos ajenos como malévolos. |
Esquizoide | Aislamiento en sus relaciones sociales |
Esquizotipico | Conducta excéntrica, imposibilidad para las relaciones íntimas, pensamiento mágico |
GRUPO B | |
Borderline | Inestabilidad en las relaciones personales, la autoimagen y los afectos, impulsividad marcada |
Histriónico | Emocionalidad excesiva y búsqueda de atención. |
Narcisista | Grandiosidad, necesidad de admiración, falta de empatía |
Antisocial | Desprecio y violación de los derechos ajenos |
GRUPO C | |
Evitativo | Inhibición social, sentimientos de inadecuación, hipersensibilidad a la critica negativa |
Dependiente | Conductas de enganche y sumisión, necesidad excesiva de recibir cuidado |
Obsesivo-Compulsivo | Preocupación excesiva por el orden, perfeccionismo y control. |
NO ESPECIFICADOS | |
Pasivo-Agresivo (Negativista) | Actitud negativista y resistencia pasiva a las demandas de funcionamiento laboral y social |
Depresivo | Cogniciones depresivas, con sentimientos de tristeza, desaliento, sensación de desamparo, infelicidad y melancolía |
A-FACTORES GENETICOS:
La influencia genética es un factor etiológico importante, los hallazgos en ésta área han sido útiles para estimar el grado de heredabilidad de la personalidad y de sus Trastornos. Investigaciones recientes en gemelos, en las cuales se hizo un estudio comparativo de la personalidad de gemelos dicigóticos y homocigóticos, han confirmado que alrededor del 50 % de la variabilidad observada en la personalidad, está condicionada por factores genéticos. La influencia del medio ambiente hogareño compartido, era pequeña o desestimable, esto sugiere que, contrariamente a la creencia popular, la personalidad puede no ser formada por las tradiciones familiares, sino, por una pléyade de experiencias que son únicas para el individuo, y derivadas de sus experiencias externas. Los Trastornos de la Personalidad son menos heredables que los Rasgos. (22).
La evidencia de factores genéticos en la conducta criminal, los rasgos ansiosos, la personalidad obsesiva, y la personalidad esquizoide y esquizotípica, son sustanciales. Nuevas técnicas moleculares en genética, han sido utilizadas para estudiar la asociación entre rasgos de personalidad y genes que se piensa están involucrados en la neurotransmisión del S.N.C. Hasta ahora, no existen correlaciones evidentes (23).
B-FACTORES AMBIENTALES:
Muchos estudios han revisado la asociación de eventos traumáticos de la infancia, con Trastorno Borderline de la personalidad (24, 25). Estos estudios han reportado un alto número de experiencias traumáticas durante la infancia, particularmente de abuso sexual y físico sin embargo, la conclusión de que el abuso sexual y físico produzca Trastorno de la Personalidad Borderline, no está comprobada, visto que muchos niños traumatizados, no desarrollan Trastorno de la Personalidad Borderline. En conclusión, el trauma psicológico, no es condición necesaria ni suficiente para el desarrollo de Trastornos de la Personalidad(26).
C-INTERACCION GEN-MEDIO AMBIENTE:
Es posible que no exista un factor único causal de Trastorno de la Personalidad. En cambio, factores genéticos, biológicos, ambientales e intrapsíquicos pueden contribuir aditiva, interactiva, e independientemente. Esto se enmarca en las corrientes de pensamiento actual, en donde los Trastornos de la Personalidad serían otro ejemplo de trastornos mentales que se explican mejor en el contexto Gen-Ambiente. Esto espera por posteriores análisis y comprobaciones. (27)
Evidencias recientes señalan que los factores biológicos pueden ser tan importantes como otros en la patogénesis de los trastornos de la personalidad, esto podría proveernos del un aspecto fundamental, que junto con los factores psicológicos, sociológicos y culturales nos permita entender mejor el origen de estos trastornos.
Los elementos biológicos pueden ser las bases o los “factores constitucionales”, que aunado a los otros elementos, estructuran la personalidad.
Aunque la formación y desarrollo de la personalidad depende de una gran variedad de factores ambientales, un mejor entendimiento de los factores biológicos subyacentes, puede ayudarnos a comprender mejor como se trastorna esta.
Existiendo correlación entre factores biológicos y genéticos, y los trastornos del Eje I, existe la posibilidad que pueda encontrarse igual correlación, entre estos y los trastornos del Eje II.
Recientes estudios Neuroquimicos en pacientes con Trastorno de la Personalidad Esquizotipico, sugieren que los síntomas pseudopsicóticos de este trastorno podrían estar asociados a incremento de la actividad dopaminérgica, y que los síntomas deficitarios prominentes como disminución de la memoria, y de las funciones cognitivas pueden estar asociados a disfunción cortical estructural e hipodopaminergia frontal, sin embargo una actividad dopaminérgica aumentada en áreas subcorticales, estaría asociada a los síntomas de hipervigilancia y pensamiento estereotipado.
Pruebas neurofisiológicas y psicofisiológicas, han demostrado anormalidades del procesamiento de la información, y la mediación de la respuesta en los trastornos correspondientes al espectro dramático (afectivos e impulsivos).
Anormalidades de los sistemas de neurotransmisión noradrenérgico, serotoninérgico, y colinérgico, son consistentes con las perturbaciones de los mecanismos neuroregulatorios, que modelan la afectividad, la relación con el medio externo, y la inhibición de los impulsos en los trastornos antes mencionados.
Otros estudios han relacionado la disminución de la actividad dopaminérgica, serotoninérgica, y gabaérgica, con aumentos en la actividad noradrenérgica como probables marcadores para los trastornos de la personalidad del cluster ansioso, (28)
Una entrevista clínica hábilmente realizada, es un elemento fundamental en el diagnostico de un Trastorno de la Personalidad, y es particularmente útil si el clínico está familiarizado con los criterios de clasificación (de la DSM-IV o la ICD-10). Para esto se debe tener una visión longitudinal y deben usarse varias fuentes de información.
Un instrumento de evaluación de los trastornos de la personalidad autoadministrado y estructurado sería de gran utilidad, ya que evaluaría de manera sistemática cada criterio con el uso de preguntas estandarizadas.
Las entrevistas estructuradas que requieren el uso de ciertas preguntas por parte del entrevistador facilitan el diagnostico de varias formas: Permiten que el entrevistador pueda diferenciar estados del eje I con los del eje II, clarifica contradicciones o ambigüedades en las respuestas del paciente y permitiendo determinar, que los rasgos son crónicos y no producto de situaciones especificas y recientes.
La entrevista autoadministrada y estructurada que se utilizó en este estudio es el primer instrumento psicométrico realizado en el país para la evaluación de los trastornos de la personalidad de acuerdo con los criterios de la American Psychiatric Association.
OBJETIVOS
La presente investigación tiene como objetivo, aplicando la encuesta estructurada y autoadministrada del Dr. Eloy Silvio Pomenta y modificada por nosotros, contrastar dos poblaciones: Médicos Psiquiatras y Médicos no Psiquiatras, para determinar si hay diferencias significativas en la presencia de Trastornos de la Personalidad en las categorías definidas por la DSM-IV.
POBLACION Y METODOS
En este estudio fue utilizada la entrevista estructurada y autoadministrada del Dr. Silvio Pomenta, modificada por nosotros a los criterios de la DSM-IV, la cual consiste en:
Una primera parte que corresponde al Funcionamiento Global, y consta de 10 preguntas de respuesta alternativa: cierto o falso, con un punto de corte establecido como mayor o igual a 5 puntos durante el ultimo año.
Le siguen 10 grupos de preguntas que corresponden a los 3 clusters definidos:
CLUSTER A: (Conducta excéntrica)
- Trastorno de la Personalidad de tipo Paranoide, punto de corte = 4 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Esquizoide, punto de corte = 4 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Esquizotipico, punto de corte = 5 puntos
CLUSTER B: (Conducta dramática)
- Trastorno de la personalidad de tipo Histriónico, punto de corte = 5 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Narcisista, punto de corte = 5 puntos
- 3.Trastorno de la personalidad de tipo Antisocial, punto de corte = 3 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Borderline, punto de corte = 5 puntos
CLUSTER C: (Conducta ansiosa)
- Trastorno de la personalidad de tipo Evitativo, punto de corte = 4 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Dependiente, punto de corte = 5 puntos
- Trastorno de la personalidad de tipo Obsesivo-Compulsivo, punto de corte = 4 puntos
Y se plantea el uso de las categorías experimentales:
- Pasivo agresivo punto de corte = 4 puntos
- Depresivo punto de corte = 5 puntos
- Hipomaniaco punto de corte = 5 puntos
La entrevista fue de aceptación voluntaria y aplicada a una población de 48 Médicos, de ambos sexos, con edades comprendidas entre 22 y 57 años y divididos en 2 grupos:
Grupo A: 24 Médicos Psiquiatras (12 Hombres y 12 Mujeres)
Grupo B: 24 Médicos no Psiquiatras (12 Hombres y 12 Mujeres)
Las entrevistas fueron realizadas en el Área Metropolitana de Caracas, entre los meses de Julio 1998 a Julio 1999, los investigadores analizaron los datos sin conocimiento de la identidad de los entrevistados.
Los resultados de las entrevistas realizadas a las muestras de población de Médicos Psiquiatras y Médicos no Psiquiatras, fueron comparados tomando en cuenta sólo a los individuos que cumplieron los criterios para alguno de los Trastornos de la Personalidad propuestos por la DSM-IV. Se Hizo uso del estadístico t de Student, el cual es apropiado para contrastar las medias de dos poblaciones cuando la muestra es pequeña (Tabla I) (29,30)
Se aplicó un a=0,005 y una T. Teórica = 2,015. La regla de decisión establecida fue, que se consideraran estadísticamente significativos valores de T < -2,015 o T > 2,015, tomando en cuenta las dos colas de la curva de distribución.
Para el uso de éste estadístico, es necesario el planteamiento de dos Hipótesis de trabajo:
- H0 (Hipótesis Nula): Los Médicos Psiquiatras (MP) presentan el mismo índice de Trastornos de la Personalidad que los Médicos no Psiquiatras (MnP). MP = MnP.
- H1: (Hipótesis Alternativa1) Existen diferencias significativas entre los Médicos Psiquiatras y los Médicos no Psiquiatras en relación con los Trastornos de la Personalidad.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Tabla I
Medias | Varianzas | Población | |
Médicos Psiquiatras | 0,67 | 1,49 | 24 |
Médicos no Psiquiatras | 1,50 | 4,52 | 24 |
El resultado obtenido para la t de Student fue de –2,391, valor que al ser menor de –2,015 determina para la p pareada, un valor menor de 0,005 (p < 0,005) entre Médicos Psiquiatras y Médicos no Psiquiatras, por lo que se rechaza la Hipótesis Nula.
El comportamiento porcentual tomando en cuenta que los individuos incluidos eran solo aquellos que reunían los criterios de la DSM-IV, fue el siguiente (ver Gráfico I):
- Los Médicos Psiquiatras presentaron 20,83% de disfuncionalidad durante el último año, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 25%.
- Los Médico Psiquiatras presentaron 0,0% de Trastorno Paranoide, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 4,17%.
- Los Médicos Psiquiatras presentaron 0,0%, de Trastorno Esquizoide, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 12,50%.
- Los Médicos Psiquiatras presentaron 0,0% de Trastorno Histriónico, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 4,17%.
- Los Médicos Psiquiatras presentaron 4,17% de Trastorno Narcisista, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron igualmente 4,17%.
- Los Médico Psiquiatras presentaron 0,0% de Trastorno Borderline, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 8,33%.
- Los Médico Psiquiatras presentaron 4,17% de Trastorno Evitativo, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 16,67%.
- Los Médico Psiquiatras presentaron 4,17% de Trastorno Dependiente, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron un 0,0%.
En las categorías experimentales propuestas originalmente por el Dr. Eloy Silvio Pomenta en su encuesta encontramos:
- Los Médico Psiquiatras presentaron 4,17% de Trastorno Depresivo, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron 12,5%.
- Los Médico Psiquiatras presentaron 16,67% de Trastorno Hipomaniaco, mientras que los Médicos no Psiquiatras presentaron 37,50%.
Si bien la aplicación del estadístico nos permite asegurar la existencia de una diferencia significativa para el tamaño de la muestra, el tamaño de la misma debe ser mayor para poder asegurar que esta significancia es aplicable a todo el universo.
Del mismo modo el instrumento estadístico no puede asegurar que la muestra de Médicos Psiquiatras tenga mas o menos Trastornos de la Personalidad que los Médicos no Psiquiatras, dado que este solo compara el comportamiento de sus Medias y Varianzas con relación a la curva dada por el tamaño de la muestra. Sin embargo, el análisis comparativo del comportamiento porcentual de la muestra en cada una de las categorías de los Trastornos de la Personalidad, presenta resultados interesantes y dignos de ser enfatizados.
Es importante destacar que dentro del estudio no se tomó en cuenta la presencia de Rasgos de la Personalidad, ya que la clasificación DSM-IV, al ser una clasificación categorial es reduccionista, definiendo el diagnóstico solo cuando se cumple con determinado número de criterios, y por debajo de estos excluye la significancia del rasgo en el individuo, sin tomar en cuenta que este se enmarca en un contexto socio-económico-cultural en el cual ese rasgo puede hacerse patente y convertirlo en un sujeto disfuncional.
Igualmente queremos aclarar la posibilidad de sesgo en las respuestas de los Médicos Psiquiatras ante el cuestionario, motivado al conocimiento propio de la especialidad.
Sugerimos una revisión semiológica del cuestionario, así como la incorporación de una escala de validación de respuestas, tal como la del cuestionario multifásico de personalidad de Minnesota (M.M.P.I.), para evitar este sesgo.
Esto ameritaría una nueva versión del mismo y su validación, así como nuevas investigaciones que nos aproximen a un instrumento capaz de ser aplicado a la población general y permitan un diagnostico clínico realista, objetivo y adecuado de este difícil aspecto de la Psiquiatría.I
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* Médico Psiquiatra. Instituto de Inmunología. U.C.V. Centro Clínico Padre Pío. Caracas, Venezuela.
** Médico Psiquiatra. Centro Médico de la Policía Metropolitana. Caracas,
*** Licenciado en Estadística. Especialista en Análisis de Datos. Facultad de Economía y Ciencias Sociales. U.C.V. Caracas.